Uno
de tantos días felices (Las vacaciones de Tavin).
Autor: Don Queson & OcLopez
Había una vez un niño que al que sus
familiares de cariño llamaban Tavin, vivía en un pueblo pequeño, el estudiaba
la primaria en dicho lugar y siempre esperaba la temporada de vacaciones para
ir a casa de sus abuelos, visitaba a sus tíos y primos con los que se divertía
bastante cuando iba al campo con ellos.
Una de esas ocasiones que andaba de visita en casa
de sus abuelos fue en temporada de
lluvias y cierto día el Tío Tavo papá de Raúl, les dijo a los niños que llevaran un burrito
al campo para que comiera pasto y lo dejaran en el corral que estaba en el potrero, pero como estaba lejos, el
primo Raúl, el primo Eric, y Tavin emprendieron el camino con el burrito, ya en
el transcurso del camino Eric dijo – ¡Vamos a subirnos todos en el burro! – que
buena idea dijo Raúl, así es que los tres se subieron en el pobre burrito.
Andando en el camino el burrito caminaba como podía, y todos iban divertidos sin pensar en el esfuerzo del burrito conforme el burrito avanzaba, se cansaba mas en eso Raúl se percató del cansancio del burrito y que el camino estaba muy resbaloso pues había llovido y les dijo a todos: – ¡Yo, me voy a bajar porque el burro está cansado! Pero ustedes continúen arriba ya con menos peso avanzará más rápido y así lo hicieron, el burrito ahora solo llevaba a los dos que seguían arriba y Raúl caminando a lado, sin perder detalle del avance, no pasó mucho tiempo; cuando el burrito resbaló los dos primos cayeron hacia atrás, Tavin que iba atrás cayo primero y arriba de él cayó Eric, uno sobre el otro y Raúl que ya sabía lo que iba a pasar se agarraba la barriga al ver la caída.
-
Lo
sabía, ja ja ja, - Dijo Raúl, - está muy
resbaloso el camino y si vieran como están todos enlodados jajajajaja.
-
Y
porque no nos lo dijiste – Comento Eric, pudimos habernos lastimado.
-
Ja
ja ja ja Tavin no podía contener la risa por la forma tan cómica como habían
quedado encimados.
Todos comprendieron que estaban abusando
del esfuerzo del burrito y que la caída era producto de su flojera, así que
continuaron el trayecto todos caminando a lado del burrito pues ya nadie se quiso
arriesgar a otra caída, perdón nadie quiso cansar al burrito.
Ya en el campo el burrito comió
libremente en el potrero, y después lo
llevaron al corral a descansar.
Una
vez encerrado en su corral para descansar los tres primos regresaron caminando,
más de repente comenzó a llover con mucha fuerza, Raúl dijo cúbranse con este
costal que traigo y los primos así lo
hicieron pero Eric dijo – Raúl pero tú no te vas a cubrir te vas a mojar- el
Dijo – ¡No se preocupen cúbranse ustedes!
Iban todos corriendo pues al
avanzar se dieron cuenta que el costal no cubría lo suficiente y de todos modos
se mojaban así es que todos corrieron
hacia la casa de una de las primas de Tavin la mayor de todas sus primas, que vivía muy cerca de donde andaban, Eric le
gritó desde la entrada de su casa pues era su hermana – ¡Geno, Genoooo, ábrenos que está muy fuerte la lluvia!
-
Ella abrió y al ver a Raúl mojado le dio una toalla pero al ver a Tavin
y Eric no podía contener la risa pues el costal al mojarse se escurrió y toda
la mugre manchó las caras de los dos, ya que;
parecían payasos pues estaban
todos sucios de la cara, -¡otra vez Raúl se divirtió a costillas nuestras! Dijo Tavin.
Aunque las bromas de Raúl eran
constantes, todos se divertían y Tavin siempre disfrutó de esos momentos en los
que hasta la lluvia más sencilla era motivo de risa o una caída formaba parte
de algo para contar y contar, durante gran parte del día.
Esas vacaciones pasaron, pero los
recuerdos siempre se quedaron en la mente y corazón de Tavin, su frase favorita era “En las próximas
vacaciones será más divertido”.
Porque esos fueron “Uno
de tantos días felices…”
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