ZACAMIXTLE Y EL PETROLEO
El cantautor Samuel Lozano mencionó a este pueblito de Veracruz en los versos de su "Tampico hermoso": Mata Redonda, Chinampa y Amatlán,/ con Zacamixtle, Potrero y Cerro Azul,/ están rodeados de pozos sin contar,/ siendo un conjunto de gran excelsitud".
Antes del petróleo, Zacamixtle era "un paraje solitario y tranquilo donde vivían aproximadamente unas 500 personas que trabajaban como peones, en la labranza y en ranchos ganaderos de toda la comarca".
Después del petróleo, al descubrirse la famosa "Faja de Oro", se convirtió en una sucursal del infierno.
Un testimonio, el de don Maximino Cuervo, recogido por Javier Santos Llorente en sus "Episodios petroleros", refiere el momento en que los extranjeros llegaron detrás de los sabuesos que habían olfateado el petróleo yaciente en el subsuelo:
"A partir de 1920 hubo mucha gente en Zacamixtle. Se llenó de casinos de chinos y de casas de mujeres que venían de todas partes. Llegaron las empresas 'El Águila', la 'Huasteca', 'la Transcontinental', la 'Mexican Gulf', la 'Internacional', 'El Agwi', 'La Corona'...".
Lo que ocurrió lo explica con mucha claridad el ingeniero Ezequiel Ordóñez, que desde el primer lustro del siglo trabajaba para Edward Doheny, propietario de la Huasteca Petroleum Company:
"Zacamixtle surgió de la noche a la mañana.